Fondo

domingo, 12 de enero de 2014

La importancia de las normas

La primera pauta que recomiendo a los padres cuando hablamos de mal comportamiento en el hogar suele ser que el niño tenga unas normas. Parece sencillo, pero ahí suelen comenzar los problemas… y la solución.
Efectivamente el niño debe disponer de unas normas para poder educarlo y para ayudarle a controlar su comportamiento. Estas son algunas de las características que deben cumplir las normas:

Deben ser muy sencillas y concretas, es decir expresar claramente qué tiene que hacer el niño. Normas del tipo: “sé bueno”, “pórtate bien” cumplen estas características.
Las normas deben estar adaptadas a la edad del niño y a su capacidad. Por tanto, ser realistas a la hora de proponerle las normas.
Suelen estar referidas a cómo tratar a las personas significativas (padres, hermanos, amigos), respetar horarios (hora de comer, de jugar, de estudiar, de dormir…), referido a objetos (mobiliario de casa, propias pertenecias…)
Debe haber acuerdo entre la pareja respecto a las normas que se le proponen al niño y su exigencia.
Hay que ser constantes en su aplicación y exigencia: muchos niños al principio, intentan incumplirlas.
Es necesario ser coherentes en su aplicación. Si decimos que el niño recoge sus juguetes… debe ser el niño el que los recoja, no papá o mamá.
Las normas se deben razonar con el niño, explicarles su por qué y beneficios.
Las normas deben proponérselas al niño más como un privilegio que como una imposición. Razonamientos del tipo, “como ya vas siendo mayor, tienes que recoger tu ropa sucia y echarla en el cesto”, son más efectivos que simplemente imponerle la norma.

Jesús Jarque García para el Portal Educativo Educapeques

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por darnos tu opinión